Por: Xavier Peytibi
Tenía, desde hace meses, unas cuantas ideas y enlaces guardados sobre alguna curiosidad del lenguaje no verbal, especialmente al saludar, y me ha apetecido juntarlo todo en estas notas breves. Muy interesantes, especialmente -al final- para los que tengan amigos camareros. Aquí lo dejo:
El apretón de manos
El apretón de manos debe ser corto y firme. Demasiado corto puede demostrar falta de interés y poca motivación, mientras que un saludo más largo puede indicar ilusión y ganas de colaborar. Es muy habitual este tipo de saludos entre los políticos, sobre todo delante de la prensa.
Como indica Sebastián Bertrán, en el intento de la búsqueda de confianza, de credibilidad e igualdad, debemos intentar asegurarnos de que ambas manos están en posición vertical, con los brazos lo más extendidos posibles y, ser muy receptivos a la fuerza que aplicamos para que sea la misma que recibimos.
La foto
Quien está a la derecha (a la izquierda en la imagen de los medios) suele salir mejor en la fotografía. La razón es obvia: al dar la mano derecha con la palma hacia abajo se transmite poder, y el político puede ponerse de frente a la cámara, mientras que el contrario debe forzar más la postura para que se le vea. Además, su mano es la única que se ve. En la imagen, Zapatero lo hace bien, pero está tan pendiente de hacer lo correcto que se olvida de mirar a Rajoy.
Cómo neutralizar la dominancia
Una persona dominante, cuando vaya a realizar este gesto, intentará colocar la mano para situarla por encima de la suya. Si un político está mal colocado y es su adversario el que tiene la posición dominante, lo mejor es realizar el denominado “apretón de manos doble”, dejando la mano de la otra persona –con la palma hacia abajo- entre las dos nuestras, evitando que se vea la suya. Este apretón de manos se utiliza para trasmitir honestidad, franqueza o confianza, de modo que cuando alguien es recibido con el apretón de manos doble, se genera en él una sensación de calidez y de comodidad, también en el público que lo ve. Un buen ejemplo es esta imagen.
Las palmaditas en el saludo
Como indica María Bahe, las palmaditas en la espalda son un gesto paternalista que, por tanto, reduce el estatus del otro. Por otro lado, las palmaditas sobre el hombro son un intento de reducir físicamente a la persona. Las palmadas al saludar tienen dos significados comunes: se quiere dar por finalizado el saludo y, quien lo realiza se siente superior. Los políticos entrenados saben que, al recibir palmaditas en la espalda, hombros o brazos deben devolverlas en la misma medida ya que, si no lo hace, parecerán débiles o sumisos ante la persona saludada.
Zurdos y diestros
Seis de los últimos 12 presidentes norteamericanos son zurdos (cuando el 70-90% de la población -según diversos estudios- es diestra). Es estadísticamente significativo y probablemente signifique algo. En el Reino Unido, David Cameron también es zurdo. Las razones, según algunos científicos e historiadores, es que ser zurdo, se asocia a menudo con pensar creativamente, y puede ser una fortaleza política.
Positivo o negativo
Estudiando las grabaciones de los debates finales de las elecciones presidenciales de 2004 y 2008, investigadores del Instituto de Psicolingüística Max Planck descubrieron que los candidatos diestros (John Kerry y George W. Bush) hicieron una mayor proporción de gestos con la mano derecha cuando expresaban ideas positivas y gestos con la izquierda si eran negativos, mientras que los dos zurdos (Barack Obama y John McCain) usaron más su izquierda para ideas positivas y la derecha para las negativas. En general, los datos confirman la idea de que la gente relaciona las cosas buenas con el lado del cuerpo que usa con más fluidez. Lo dominante es fluido y lo fluido es bueno. La mano que usan los políticos al hablar puede dar ideas sobre cómo les parece lo que dicen.
Y no solo en política
El libro Nonverbal Communication in Human Interaction demuestra que los clientes que son tocados por los dependientes de una tienda mientras les atienden se quedan más tiempo dentro de esa tienda comprando.
En los bares, y según un estudio del departamento de Psicología de la Virginia Commonwealth University, los clientes que son rozados o tocados por camarerasconsumen más alcohol que aquellos que no son tocados.
E incluso a veces no hace falta tener ningún contacto físico. Una cuarta parte de los comensales masculinos dan más propinas a las trabajadoras vestidas de rojo. El comportamiento de 722 clientes en cinco restaurantes franceses durante seis semanas así lo confirma. En el experimento, publicado en el Journal of Hospitality & Tourism Research, se pidió a once camareras que cada día se vistieran con una camiseta diferente. Los comensales hombres les dieron entre el 15% y el 26% más a las camareras vestidas de rojo que a las que vestían otros colores (las clientes mujeres no hicieron diferencia). Nicolas Guéguen y Céline Jacob, autores del artículo, recuerdan que ya hay estudios que aseguran que los hombres les dan mejores propinas a las camareras con pechos más grandes, a las rubias, a las que usan maquillaje y a las que llevan adornos en la cabeza.
Fuente: Blog de Xavier Peytibi