11 tácticas de Campaña de Defensa

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estrategia política

Por: Alfredo Dávalos 

Después de tratar las tácticas de Campaña de Ataque, ahora se describirá cómo afrontar dichos ataques con tácticas de Campaña de Defensa:

1. Defenderse del ataque de nuestro oponente. Si el ataque es bueno para nuestro candidato, también lo es para  nuestro oponente. Por lo tanto, el aspirante tiene que entender cómo responder cuando deba hacerlo. La nueva teoría supone que uno debe responder cualquier ataque, es la hipótesis de “el que calla otorga”. La teoría antigua era, “ignora el ataque”. Mi propuesta es: hay que investigar y decidir si debemos responder o no y cómo debemos hacerlo. Siempre es necesario apoyarse en una encuesta de opinión para medir el impacto del ataque y decidir si es necesario responder y cómo debemos hacerlo (Elgarresta, 2002: 33).

2. Por lo general, hay que ignorar el ataque. Porque cualquier respuesta es un reconocimiento de que la agresión nos ha perjudicado,  y además abre la puerta para que nuestros oponentes escalen sus ataques, realizando otras embestidas en la misma línea.  Si el ataque esta perjudicando realmente la campaña, tenemos que responder de alguna forma (Elgarresta, 2002: 33). Al respecto, Pedro Ortiz señala que si un ataque contra el candidato solo es noticia durante 24 horas, a no ser que reciba muchísima cobertura por parte de los medios de comunicación, casi siempre se puede ignorar (Ortiz Castaño, 1993: 101).

3. La estrategia de respuesta. Existen dos razones para defendernos: evitar perder votos y evitar que nuestro oponente gane votos (Elgarresta,  2002: 27).

4. Terceros voceros. Del lado negativo de la contienda, el de los ataques y las críticas, se harán cargo otros voceros, como pueden ser el partido o terceros afines. En este sentido, cuando los adversarios dirigen críticas contra los candidatos, son precisamente los terceros –el partido, los legisladores, gobernadores, alcaldes- quienes responden a los ataques, dejando fuera de la polémica y la confrontación al candidato (Adolfo Ibinarriaga y Roberto Trad, 2009: 11). Al respecto, Elgarresta señala que una regla cardinal es: nunca permitir que el candidato responda directamente al inicio del ataque. Desde su visión, es mucho mejor que alguien responda por él. Alguien con una imagen impecable y que sea capaz de expresar indignación por la agresión. “La única vez que el candidato deberá responder, es cuando se vea obligado a contestar la pregunta de algún periodista o cuando la campaña lo estime necesario. En situaciones extremas, hasta se puede llegar a solicitar que periodistas amigos nos hagan la pregunta, para responderla y salir del tema” (Elgarresta, 2002: 33).

5. Aceptar el hecho. Consiste en aceptar la veracidad de la acusación y proponer al mismo tiempo la rectificación de lo que pudiera haber sido un error (Ortiz Castaño, 1993: 101).

6. Desviar la atención. “La persona que dice que lo hice es un pillo” (Elgarresta, 2002: 33).

7. Negar tajantemente la acusación (Ortiz Castaño, 1993: 101).

8. Matizar y aclarar el hecho de que se acusa a nuestro candidato (Ortiz Castaño, 1993: 101).

9. Lo hice, pero no es como ustedes piensan. Es una táctica que nos permite contextualizar y matizar los hechos que se imputan al candidato (Elgarresta, 2002: 33).

10. Ataque personal al emisor. Se emplea cuando los adversarios emplean terceras personas para lanzar sus ataques (Ortiz Castaño, 1993: 101).

11. Lo hice, pero prometo no volver a hacerlo más. Aunque suene inverosímil, este tipo de táctica ha librado a personalidades como Bill Clinton de escándalos con difusión global (Elgarresta, 2002: 33).

Por último, es fundamental que antes de atacar o defendernos dentro de una campaña política, contemos con una estrategia -con objetivos bien definidos-, en donde quede plasmado quién o a quién, cómo, cuándo y dónde nuestro candidato debe atacar o defenderse. Además, nunca hay que olvidar que si atacamos de manera visceral y no a través de la técnica, difícilmente lograremos tocar las fibras sensibles de la gente y restarles votos a nuestros adversarios.

Fuente: Módulo 1: Metodologías y Estrategias para campañas políticas