Por: María Vázquez Lorca
“Algo especial está ocurriendo en Austin esta noche”, escribía Barack Obama en su Twitter con el hashtag #StandWithWendy, que se convirtió al poco en trending topic mundial. Eso “especial” a lo que se refería el presidente y que tenía al mundo en vilo, era un maratón dialéctico de unas 13 horas por una sola persona. El presidente de EE.UU. nos avisaba de uno de los debates que más pasiones ha levantado en los últimos meses y en los que una integrante del partido demócrata ha sido impulsada como la nueva estrella de los demócratas: Wendy Davis, la senadora del distrito 10 de Texas.
Una mujer que mantuvo en vilo a unos 180.000 espectadores virtuales vía streaming durante, como decimos, una maratón de 13 horas con el objetivo de evitar una dura ley estatal que pretende convertir al estado americano en uno de los más restrictivos contra el aborto.
Esta ley propone cerrar la mayoría de clínicas abortistas y prohibir la interrupción del embarazo a partir de las 20 semanas de gestación. Razones de peso por las que Davis se propuso capitanear una estrategia que consistía en pasarse 13 horas hablando (finalmente solo le permitieron hablar once) sobre los derechos de la mujer. ¿Por qué? Porque la ley no se podría aprobar si los votos no se resolvían antes de las doce de la noche, por lo que su ardua “performance” podría impedir llevar la votación a cabo.
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Si Davis llegaba a las 00.00 horas de esa noche, aún orgullosa, en el estrado (y sin dejar el micro) no podría aprobarse finalmente esta polémica ley antiabortista. Esta técnica de oposición, llamadafilibusterismo, ya la usó en 2011 para que no se aprobase un recorte en educación en su Estado.
“Hablamos de proteger a las mujeres, de su salud, de saber que estarán bien antes y después de todo este doloroso proceso… de ese tipo de cosas va esto”, dijo al comenzar. “Gracias por las poderosas voces de miles de tejanos, la ley #SB5 está muerta. Es una increíble victoria de las mujeres tejanas y de aquellos que las aman”, escribió en Twitter al acabar.
Por lo que llegó, habló y venció. Conseguido su objetivo, Davis se ha convertido en la nueva estrella de la política norteamericana. Motivos, no le faltan:
- Porque su biografía no tiene nada que envidiar a la de Erin Brockovich. Criada por una madre soltera, Davis también lo fue con apenas 19 años, lo que no le frenó para continuar sus estudios y poder graduarse como abogada en Harvard.
- Porque se convirtió en trending topic y consiguió que centenares de personas se agolparan a las puertas de la votación coreando su nombre y aplaudiendo su gesta.
- Porque sus zapatillas se han convertido en un símbolo (y han levantado la imagen de una marca). Las Mizuno rosas y verde que la senadora calzó durante el bloqueo han conseguido aumentar exponencialmente la popularidad de la firma. Durante el tiempo que la senadora se mantuvo en pie, la cuenta de Twitter de Mizuno pasó de 1.200 a 16.000 seguidores. ¿El filibusterismo manda en la moda?.
- Porque su fuerza se contagia a sus compañeras de partido. Leticia Van De Putte, que abandonó el funeral de su padre para mostrar su apoyo a Davis,entonó una de las frases que más se ha repetido desde ayer, y que provocó una ovación en la sala. Justo diez minutos antes de que acabase el bloqueo, Van de Putte lamentó que los hombres de la sala no le hubiesen dejado hablar y dijo: “¿En que momento una senadora tiene que alzar su voz para ser escuchada por sus colegas (masculinos) en la sala?”. Wow!
Comparada en la fiebre de la viralidad con la propia Rosa Parks, Davis hizo vivir una jornada épica en la lucha de los derechos de la mujer en la que además, se puso de manifiesto que no solo de Hillary Clinton vive el partido demócrata.
Fuente: Blog Maria Vázquez