Uno de los aspectos de la comunicación política más rezagado es el de la comunicación de gobierno.
En la mayoría de los casos, tanto los gobernantes como sus equipos de comunicación consideran que “cuidar la imagen” del alcalde, gobernador o presidente es el objetivo central de los esfuerzos e inversiones en comunicación. También se incurre en el error de creer que “cuidar la imagen” tiene que ver únicamente con la forma en la que se viste el gobernante y con el diseño gráfico o audiovisual de las piezas de la comunicación.
En realidad la comunicación de gobierno es mucho más compleja. Los objetivos que debemos alcanzar con una buena estrategia de comunicación gubernamental debe alcanzar los siguientes objetivos fundamentales:
Gobernabilidad. Tal vez sea el factor principal de la comunicación de gobierno. Consiste en generar las condiciones sociales y de opinión pública que le permitan al gobernante que sus decisiones se conviertan en obras o acciones concretas.
La falta de atención en este objetivo hace que veamos por todas partes obras y acciones inconclusas, por rechazo social o político, o acciones que nunca se harán realidad.
Una estrategia de comunicación de gobierno debe considerar los principales cambios y las acciones que el gobernante quiere realizar, y generar las condiciones para que éstas sean aceptadas por la comunidad y respaldadas hasta que se hagan concreten.
Rendición de cuentas. El gobierno maneja recursos públicos, y la sociedad quiere saber que éste hace un buen uso de ellos. Por ello, las estrategias de comunicación de gobierno deben darle cuentas a los ciudadanos y convencerlos de que su dinero esta en buenas manos y bien invertido.
Pero casi siempre, equivocadamente, la estrategia que se sigue es la inversa.
Comunicar una visión. El liderazgo del gobernante es fundamental para llevar adelante un proyecto de gobierno, y éste pasa necesariamente por transmitirle a la ciudadanía cuál es la visión que éste tiene respecto de la ciudad, estado o país que gobierna.
Transmitir adecuadamente esa visión debe conseguir la adhesión de un amplio sector de la comunidad que respalde y acompañe al gobernante hasta alcanzar ese objetivo.
Transmitir mensajes, no imágenes. Toda comunicación de gobierno, contrario a lo que vemos en la mayoría de los casos, debe transmitir mensajes, no únicamente imágenes coloridas y bien diseñadas.
Pero un mensaje no es una simple frase o una ocurrencia sino que debe ser un poderoso motivador que consiga que la gente haga o deje de hacer cosas.
La comunicación de gobierno debe ser fundamentalmente fondo, no sólo forma.
Crear y mantener una buena imagen del gobernante. La buena imagen del gobernante es la consecuencia de las acciones anteriores, y no al revés.
Como se ve, la comunicación de gobierno es mucho más compleja que cuidar el vestuario del gobernante y generar bonitos diseños.
Una comunicación eficiente de gobierno requiere del diseño y ejecución de una verdadera estrategia, elaborada por profesionales de la comunicación política, con capacidad y experiencia.
Fuente: Pragma Política Blog