Por: Lucy Araque
En poco tiempo comenzarán en firme las campañas para las elecciones regionales del 2015 y aún sin reponerse de lo que quedó de la contienda legislativa y presidencial, los electores se verán enfrentados nuevamente a la invasión de publicidad, perifoneo, adaptaciones musicales, la repartición de regalos y las acostumbradas reuniones políticas para cazar adeptos.
Estrategias que, elección tras elección, se repiten como parte de un libreto al que parecen ya estar acostumbrados los ciudadanos y que los candidatos poco se preocupan por mejorar, sobre todo cuando de elecciones locales se trata.
Pero, ¿qué tan importante o efectivo es diseñar y preparar con tiempo una campaña sobre la base de una estrategia electoral clara? ¿Se podría conseguir un mayor éxito en las urnas?
Alejandro Contreras Villegas, abogado y magíster en comunicación política e institucional, y quien dictará en los próximos días en Cúcuta un diplomado sobre marketing político y campañas electorales, aseguró que parte del éxito de un proyecto político nace de un estudio serio y riguroso de lo que quiere y está pidiendo a gritos la sociedad.
“Siempre se gana dando u ofreciendo lo que la sociedad espera de un candidato. Sobre ese resultado se debe enfocar la estrategia de campaña, en eso se basa el éxito de una aspiración política”, explicó el conocedor.
Admitió que aunque no es fácil sustraer de la cultura política colombiana la estrategia del ‘deme’, a cambio del voto, parte de la organización de una campaña tiene que estar enfocada en concientizar al elector sobre el verdadero sentido del sufragio e imprimirle otra clase de motivaciones, más allá de las meramente clientelistas.
Las principales falencias de las campañas
De acuerdo con Alejandro Contreras, uno de los principales errores de un candidato al iniciar una campaña electoral, especialmente en Cúcuta, es la falta de una estrategia de comunicación seria hacia sus potenciales votantes.
“Creemos que hacer una campaña es basarnos en unos afiches, impulsar un eslogan con la canción que esté de moda y listo. Pero no es así, la campaña tiene que ir más allá. ”, dijo.
Para Contreras, lo importante a la hora de promocionar una candidatura es darle un verdadero sentido a cada uno de esos elementos que se van a utilizar y decidir muy bien qué es lo que se quiere y se va a transmitir con ellos.
“Hay una construcción de comunicación que es mucho más amplia y que la política está necesitando. Actualmente se ve mucho una política sin mensaje, vacía, que luego nos lleva a gobiernos que no comprenden socialmente cuál es su función y a pueblos que después de haber elegido su candidato no se sienten identificados con él plenamente”, explicó el especialista en mercadeo político.
Así, por ejemplo, casos como el de Antanas Mockus, en el 2010, cuya campaña logró convocar a miles de jóvenes sobre la base de una propuesta de renovación, alejada de la compra de votos, la política tradicional, se acercan al modelo ideal de lo que pudo haber sido una estrategia exitosa para el triunfo de un proyecto político.
No obstante que la propuesta de comunicación estuvo inicialmente bien diseñada y en poco tiempo obtuvo una arrolladora respuesta traducida en la denominada ‘Ola verde’, su contundencia se desvaneció para la segunda vuelta, pues no pudo trascender de las redes sociales a las urnas, sumado a los errores cometidos por el candidato en la recta final de la contienda electoral, lo que le significó al final su derrota.
A nivel local también son muchos los casos en los que a pesar del derroche de dinero, publicidad y el despliegue mediático, la falta de un mensaje claro y correcto han terminado por llevar al fracaso a los candidatos.
Componentes de una campaña exitosa
Contreras Villegas explica que, desde el mercadeo político se ha estimado que una campaña exitosa depende en buena medida de un estudio o una investigación previa y seria que le permita al candidato y a su equipo de trabajo saber qué es lo que quiere el público objetivo y sobre eso enfocar la estrategia hacia la cual van a direccionar la campaña.
Esto se puede conseguir a partir de una encuesta, un sondeo o escuchando directamente a las diferentes comunidades.
En segundo lugar, asegura el conocedor, es necesaria la construcción de un mensaje claro hacia el elector que le permita al candidato comenzar a ser identificado y reconocido.
“Si no hay un mensaje claro no sabemos a dónde llegar y no nos identificarán. No basta con hacer un solo eslogan si no sabemos en realidad qué es lo que estamos transmitiendo, o a qué le queremos apuntar”, sostuvo.
Contreras insistió en que en la medida que haya un correcto uso de la comunicación en la campaña, de lograr el éxito en las urnas, va a ser mucho más fácil conseguir una respuesta positiva en el ejercicio como alcalde, gobernador, concejal o diputado, toda vez que en esa instancia ya va a haber claridad sobre lo que la gente necesita.
“En Colombia nos pasa que compartimos muchísimo con la gente mientras estamos en campaña, pero después de la campaña se olvidó todo”, aseguró.
Y aunque reconoció que no solo la comunicación es lo que en últimas va a definir una campaña, en la actualidad si es un elemento clave para el éxito de un proyecto político.
¿Qué tanto se están preparando los candidatos para asumir una campaña?
“Aún hay gente que no cree en la preparación de la política, sino en la política como herencia familiar, en la política como discurso de plaza, en la política de cemento y mercados. Sin embargo, también es importante reconocer que con el paso del tiempo, a nivel nacional se está dando un paso importante hacia la proyección de los aspirantes y para mí un ejemplo de ello es Juan Manuel Santos. Su discurso ya es otro, no es el mismo de hace cuatro años. Su discurso tanto como mensaje, como forma mejoró; ya tiene una mejor dicción, maneja mejor el escenario y eso a su vez lo ha hecho más cercano y creíble. En ese sentido, es fundamental la preparación y se debe valorar la comunicación dentro de la política”.
Aporte de las redes sociales
Para Alejandro Contreras, especialista en comunicación política, las redes sociales más que servir para conseguir votantes, ayudan a fidelizarlos y mantenerlos conectados con la campaña, de ahí su importancia para un candidato.
“Yo no seguiría a un político con el que no tenga simpatía, pero sí retwitteo todo el tiempo al que me agrada. Las redes sociales son más útiles para la gestión de un gobierno que para una campaña. Sin embargo, no tener presencia en la red significa no existir”, considera Contreras, al tiempo que insiste en la necesidad de preparase muy bien desde el principio para el uso de este tipo de medios como elemento de campaña.
Fuente: La opinión