Por: Amyeris Piñero
Las estructuras organizacionales de los partidos políticos han tenido que adaptarse con gran velocidad, aunque no sin resistencias, a los avances culturales, políticos, tecnológicos y sociales que han perturbado a la política en todas sus dimensiones y niveles dejando de lado las antiguas estrategias comunicacionales como herramienta netamente coyuntural en lo concerniente a los procesos de elección general (uso de propaganda política en medios de comunicación tradicionales, etc.), para dar con campañas políticas que en lo sucesivo contemplan su inevitable permanencia, desarrollando, a la vez, enlaces comunicativos a lo interno y a lo externo, no únicamente con la figura de los candidatos y sus líderes, sino que en lo fundamental a los partidos políticos con la finalidad de ampliar las conexiones, intentando influir e incidir en el amplio espectro social.
El intercambio de los diferentes partidos políticos en Latinoamérica es un trabajo aún por profundizar, puesto que recién se deja de lado la prensa escrita como medio de conocimiento de lo que se hace puertas adentro de los partidos. Quienes detentaron la responsabilidad de comunicar las múltiples acciones y militancia partidista, comprendieron prontamente que debían ampliar sus jurisdicciones en una sociedad cada vez más marcada por las tecnologías, por lo que su principal objetivo radicaría en conformar un departamento especializado en comunicación interna y externa, con especialistas en la materia, quienes estructurarían un plan estratégico que desarrolle la máxima potencia comunicacional.
La comunicación efectiva, por su parte, no presenta formulas específicas para los partidos políticos, de éste modo, se deben considerar múltiples variables con consecuentes características que son propias de cada partido, sin embargo, existen lineamientos básicos que se deben contemplar para conformar un Departamento de Comunicaciones. A continuación, presentamos algunos de dichos puntos:
- Funcionamiento y estructura comunicacional acorde al tamaño del partido político, características del sistema político de cada país, se crea el Departamento de Comunicaciones, éste puede ser centralizado, tal como la que se desarrolla en la mayoría de los países de Latinoamérica o en su defecto un departamento descentralizado, como el que se genera en Estados Unidos, Brasil o Canadá.
- Titularidad del Departamento a través de un Jefe de Comunicaciones, quien tendrá la responsabilidad de asistir a las reuniones de la directiva del partido, definiendo metas políticas y un plan para la consecución de los objetivos, además, se desarrollará como asesor de comunicaciones del Presidente o secretario general.
- Creación de un Gabinete de Comunicaciones, el cual estará conformado por diferentes especialistas del área en función de diseñar una política de comunicación y marketing político, con expectativas, metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo. Además deberá evaluar las actitudes políticas, planificar acciones e identificar los temas de interés del público objetivo, llevar a cabo el plan de acción y lograr posicionarse dentro de la opinión pública, para aumentar y fortalecer la reputación del partido al que representan.
- El Departamento de Comunicaciones de los partidos políticos considerará diferentes unidades para un funcionamiento eficaz y eficiente, alguna de éstas pueden ser: Jefe o Director de comunicaciones, Área de Prensa, Área de Publicidad y Propaganda, Área de Relaciones Públicas, Área de Estudios de Opinión Pública, Área de Eventos Especiales y un Área de Comunicaciones Internacionales.
Los partidos políticos deben concentrarse en mostrar una imagen corporativa, que se fundamente en sus valores, principios, logros y liderazgos, en retroalimentación con su público, con los ciudadanos en general como un todo, ya sea a nivel interno como a nivel externo. Gran parte de los partidos en Latinoamérica, afirman no contar con los recursos necesarios para la conformación de un Departamento completo en el área de las comunicaciones, por lo que establecen solo una pequeña área de prensa que lleva a cabo la mayor cantidad de funciones, y es en dicho punto, que se sacrifica en ocasiones la eficiencia y eficacia en la interacción. En todo caso, si comparamos los efectos originados por la creación de un departamento de prensa que solo actúa en eventos electorales con el desarrollo de un gran departamento, la segunda opción representa mayores beneficios a los partidos.
La política en la actualidad, le exige a los partidos políticos modernizarse y, con ello innovar en un escenario más allá del electoral, un escenario de permanente competencia y campaña. Los partidos políticos deben ser los principales protagonistas y actores dentro de la democracia, combatiendo contra factores distractores dentro de la comunicación persuasiva, que distrae, divierte y, que además sirve para fomentar el consumo descontrolado de bienes. En nuestros tiempos la política es más volátil, más directa y menos circunscrita a determinados espacios; es por ello que no emplear, durante la campaña electoral a lo largo del proceso de formación política, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, puede significar un riesgo político, no solo para el(los) candidato(s), sino que asimismo para el propio partido político. Así que, la campaña permanente se postula como el camino más certero para profundizar en la población valores y conocimientos profundos dentro de la cultura política nacional.
Nos preguntamos entonces, el qué, cómo y cuándo se deben transmitir los diferentes mensajes políticos. En consecuencia, se debe a la construcción de un mensaje estratégico en torno al objetivo principal de largo plazo, adaptándolo de acuerdo al medio de comunicación que se utilice, para que su difusión sea aprehensible a cualquier ciudadano. Los mensajes serán impulsados por una comunicación persuasiva permanente, resaltando la ética y la estética dentro de la política, sin banalizar o trivializar la función pública. Con ello, se estructurarán las bases que componen el marketing político de fondo y de forma, que brinda herramientas indispensables para el desarrollo de una campaña duradera más allá del clímax electoral.
La política del siglo XXI está cimentada en la comunicación, sin ese elemento, cualquier cambio que se produzca será en vano. El ascenso de los partidos políticos en este nuevo siglo, dependerá de la formula determinante de las campañas electorales modernas, unas que contengan mensajes profundos, un marketing realmente estructurado, con comunicación, estrategia y compromiso con todos los valores que enaltecen la democracia, unos que deben ser promotores y difusores de éstos, utilizando las herramientas tecnológicas que se tienen a disposición, además de ser más eficientes al momento de comenzar un proceso de elecciones.
La pérdida de credibilidad y mediatización de la política y de los sistemas políticos en general, aumentan el desafío de quienes forman parte de ésta, en el cumplimiento de las funciones que le corresponden, con el fin de recuperar la confianza en la población, trabajando con políticas de transparencia, abriendo el gobierno y los datos de éste a los ciudadanos interesados. Los partidos políticos, sus representantes, candidatos, e incluso aquellos que se encuentren en cargos de elección popular deben aceptar sus errores públicamente, comunicándole al ciudadano las reformas o modificaciones que se darán a continuación, haciendo un “mea culpa”, ya que la arrogancia que algunos dirigentes, la corrupción, la pérdida de vocación y servicio, la ausencia de transparencia, entre otras, han deteriorado la credibilidad en la imagen del sistema político; por otra parte la comunicación interna y externa de los partidos ha ido distanciándose de la ciudadanía, abandonando así, funciones propias que le brinda un sistema político democrático, fortaleciendo una comunicación burocrática, impidiendo que se desarrollen debates políticos de nivel entre el ciudadano y sus posibles representantes.
La política debe fijar los contenidos y hacer uso de la comunicación como un medio para acercarse a la ciudadanía, es por ello que el concepto de campaña permanente, debe ser el artífice de la transparencia dentro de la gestión de gobierno, y del manejo de los partidos políticos. Todo ello, hace necesario el apoyo de la sociedad para conseguir resultados electorales favorables, sin embargo, cuando se es gobierno, la comunicación, la transparencia y la gestión deben ser factores claves para la profundización y consolidación de un sistema político democrático y cercano al ciudadano.
Fuente: Política Comunicada