Las grandes ciudades fueron de Hillary; el resto, de Trump

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Por: Ximena Duque

Las columnas azules son para Clinton y se extienden a lo largo de todo el corredor de Boston, Nueva York y Washington D.C. También en Miami, así como en una parte de California y al norte del estado de Washington. Y en Chicago. Así fue la distribución del voto para la candidata demócrata, por partes; dispersa, pero contundente. Aunque hay más rojo en el mapa, no hay nada tan elevado a favor de Trump. Trump ganó en más ciudades, pero de menos peso estadístico. Por eso perdió en el voto popular.

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Este mapa del peso del voto por ciudades, realizado por el Martin Prosperity Institute (MPI), permite ver cómo «Hillary Clinton ganó las grandes áreas metropolitanas, pero Donald Trump ganó más áreas, tales como las zonas rurales y las áreas micropolitanas».

Pero, ¿qué son las áreas micropolitanas? Como lo define la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés), son áreas urbanas de los Estados Unidos centradas en el núcleo de una ciudad o pueblo, con una población entre 10.000 y 49.999 habitantes. Estas cifras, de la época en que se empezó a utilizar el término. Ahora son un poco mayores.

En el Censo de 2010, el área micropolitana de Seaford, en Delaware, era la más poblada de Estados Unidos y contaba con una población de 197.145 habitantes. En total, existen 582 en el país y sirven para cumplir con propósitos estadísticos basados en uno o varios condados y, de igual forma, son equivalentes a condados.

El término ‘micropolitano’ fue creado por el autor G. Scott Thomas para un artículo en 1989, en la revista American Demographics, y fue expandido en su libro de 1990, The Rating Guide to Life in America’s Small Cities. Obtuvo gran atención en los años 90 al describir la creciente población en los centros urbanos de los Estados Unidos y que eran removidos de las grandes ciudades.

La designación de estas áreas comenzó en 2003. Sin embargo, nunca han contado con el poder político ni económico de las grandes ciudades, ni tampoco tienen la importancia de las 369 áreas metropolitanas que existen. Sin embargo, ya que dichas áreas estadísticamente representativas están basadas en la población de un pueblo o un condado, algunas pueden incluso sobrepasar en población a las áreas metropolitanas.

Aunque los resultados electorales en EEUU, por lo general, no se clasifican por área metropolitanas, en este mapa se alinearon los datos de los condados con los de estas áreas, lo que dio como resultado una amplia diferencia en el porcentaje de votos entre un candidato y otro, según el área en que están sus votantes.

El presidente electo obtuvo mayoría de votantes a su favor en gran parte de las áreas metropolitanas. Clinton también, pero considerablemente menos que Trump. Sin embargo, las zonas en que triunfó la candidata, aunque fueran menos en cantidad, tenían mayor peso demográfico y esto se refleja en la altura de las barras en el mapa.

Las siguientes tablas, tomadas de un análisis sobre las áreas en que se dividieron los votos, permiten evidenciar que la mayoría obtenida por Trump en áreas metropolitanas estuvo por encima de la mitad por muy pocos puntos porcentuales, mientras que, en las áreas en las que ganó Clinton, su mayoría fue mucho más amplia.

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