Por: Diana Rubio
El 20 de enero de 2017, pasará a la historia contemporánea como el día en el que Donald Trump pasó a ser el 45º Presidente de Estados Unidos.
Una serie de actos enmarcarían el principal, que tuvo lugar a las 12.00 horas, momento en el que según la Constitución del país, el nuevo Presidente comenzaría su mandato y hora en punto en la que realizó el juramento.
Antes del momento clave, las celebraciones de este cambio de ciclo político comenzaron el día anterior. Una visita con su familia al monumento de Lincoln seguido de conciertos, fuegos artificiales de bienvenida y un discurso de agradecimiento, fueron los protagonistas de una velada política e histórica.
Ya el día 20, uno de los momentos mas esperados era el recibimiento de los Obama a la nueva pareja presidencial en la Casa Blanca antes de partir juntos hacia el Capitolio.
Es tradición por parte de la primera dama entrante, llevar un regalo de cortesía a la saliente, aspecto que Melania Trump cumplió con una caja de Tiffanys, reconocible por el color turquesa de la marca de joyas. Pero la sorpresa de todos fue ver como Michelle no sabia donde meter el regalo, actuando de manera nerviosa como si no lo esperara, cuando ella hizo lo mismo con su antecesora, que actuó con mayor naturalidad y sin romper el mensaje del momento.
En este link se pueden ver las diferencias.
Otro detalle a resaltar de este primer encuentro, fueron los dos besos con los que Obama saludó a Melania, demostrando el conocimiento de la tradición de saludo del país de origen de esta, quien a continuación al ir a saludar a su homónima, tuvo un momento que muchos reconocerán al no saber si dar la mano o dos besos. Tras unos segundos de confusión terminaron dándose dos besos, algo inusual en las costumbres norteamericanas pero que pone de manifiesto la importancia del protocolo y la etiqueta intercultural.
Por último, comentar que el detalle de que Trump no esperara a su mujer para subir las escaleras antes de saludar a Barack y Michelle Obama y hacerse la fotografía, me pareció un mal gesto por su parte.
Sobre la fotografía conjunta, hubo mas bien improvisación en cuanto a la colocación protocolaria, que si se siguió cuando los Trump acompañaron al helicóptero a los Obama tras el acto de toma de posesión.
Ya en la plataforma habilitada en el Capitolio para el juramento, tanto del Vicepresidente como del Presidente, conviene resaltar varios aspectos sobre su desarrollo, aprovechando esta infografía realizada por Javier Carnicer:
En la imagen se observa como está perfectamente colocados a un lado las familias, a otro, los cargos políticos y antiguos Presidentes, los teleprompter realizando su labor y el tradicional atril desde el que dirigirse a la ciudadanía y al mundo.
Posiblemente la lluvia deslució algunos momentos del evento,entre los chubasqueros y los paraguas, el presidente dando el discurso mientras llovía, al igual que distrajo la atención la aparición de varios militares en la plataforma cuando ya había comenzado Trump su discurso presidencial.
Sobre el discurso, creo que está todo dicho. Bajo mi punto de vista, fue un discurso muy plano, con mas toques de mitin electoral que de comienzo de mandato, donde el populismo y sus políticas mas polémicas tuvieron un espacio principal.
Es cierto que la solemnidad de los momentos, se intercaló con la espontaneidad de los Trump, como por ejemplo poder ver cómo Barron Trump juega con su sobrino justo detrás de su padre mientras éste firma la designación de algunos miembros de su gabinete de gobierno en la Sala Presidencial del Senado, en el Capitolio.
Aspecto muy comentados fueron también la vestimenta de éstos; debido a la solemnidad y cumpliendo una etiqueta formal, Melania optó por un vestido color azul de Ralph Lauren, con un estilismo que nos recordaba mucho a Jaqueline Kennedy. Su marido, sin embargo, no sorprendió en este aspecto; una corbata roja xxl a lo que ya nos tiene acostumbrados y un traje de chaqueta con un abrigo encima que no daba demasiada buena imagen.
Cabe resaltar el traspaso de poderes virtuales, abriendo las nuevas cuentas de redes sociales cuando terminó el juramento y web dos horas mas tarde, donde se han eliminado todas las páginas relativas a cambio climático y colectivos LGTB.
En definitiva, hemos sido testigos de un acto solemne, al que han acudido unas 900.000 personas, cifras muy bajas si comparamos con los números de tomas de posesión anteriores. Bien ejecutado, donde el protocolo ha estado presente en esencia, aunque con algún detalle que pulir. Un ejemplo de evento oficial, donde aun con cierta improvisación, demostró la importancia de esta potente herramienta de comunicación.
Fuente: Blog Política y Protocolo