Por: Alejandro Balcazar Montalvo
Las redes sociales son una de las vías de comunicación más directas que existen entre los políticos y sus seguidores o público en general, pues gracias a muchos estudios que se han realizado, se ha demostrado que estas son el canal más adecuado para poder implementarse el mercadeo político 2.0.
Por el volumen de participantes y las condiciones de control que hay sobre el mensaje, las redes sociales se convierten en una herramienta idónea para ganar seguidores más allá de este plano, en el plano electoral. Para que esto se pueda volver una realidad, se deben de exigir unos niveles de participación y presencia, que van un poco más allá de tener un sitio web o presencia en Twitter.
Muchas personas ha visto la presencia de políticos en redes sociales como una simple forma de estar en la red, sin ver un poco más allá, que es una forma de estar en constante comunicación con la ciudadanía.
Adicionalmente, se considera la posibilidad que brinda Internet a cualquier personaje público de ser emisor y receptor en el proceso de comunicación, esto abre las puertas a nuevos modelos de transmisión de información, en el que el discurso, pasa a ser diálogo.
POLÍTICA 2.0
La política 2.0, espíritu fundamental del uso de redes sociales como mecanismo de control electoral, es la aplicación de valores profundamente democráticos, a la relación entre políticos y los ciudadanos, aprovechando todas las capacidades que las redes ponen en nuestras manos. Por lo anterior, ninguna persona con aspiraciones políticas podría pasar por alto el (buen) uso de las redes sociales en sus campañas.
El periodo en el que las redes sociales son más importantes para los candidatos, es durante las campañas. Generalmente, algunos políticos se abren perfiles en redes durante esta etapa, quizá un blog, para exponer sus ideas de manera detallada y su mensaje se refuerza, cuando ya están cerca las elecciones. Quizá existe un abandono después de este proceso.
Muchos ven lo anterior, como “oportunismo electoral”, cuando los internautas son bien exigentes, son conscientes de esta situación y detectan el uso propagandístico que se le dan a las redes sociales y las plataformas digitales en general, por ello existe un rechazo a este tipo de personajes. Lo normal es que exista una comunicación constante y fluida con los ciudadanos y sus políticos a través del mundo 2.0.
Los políticos también deben de tomar en cuenta que cada red social, tiene una forma de comunicación propia, deben de ser originales con sus mensajes y no andar diciendo lo mismo a través de todos los perfiles que existe, Facebook, Twitter e Instagram, principalmente.
Siempre será necesario conocer la profundidad de cada red, comprenderlas y ejecutarlas, para conocer nuestros públicos y poder llegar a ellos, más fácilmente. Deben tomar en cuenta que cada red social, no es solo para “coleccionar amigos y añadir personas de otros perfiles similares a lo que busco”, sino que estas son un medio de comunicación alternativo.
Se debe tener claro que la comunicación, 1.0, -la tradicional- está caracterizada por ser vertical y unidireccional, muy diferente a la 2.0, que es horizontal y bidireccional.
La web 2.0, hace que la interacción sea directa entre el creador de contenidos y el usuario de forma directa. Los políticos debería detectar en esto, una gran oportunidad, de poder darse a conocer, en primera persona sin el filtro de los medios de comunicación, también de conocer directamente qué opina el electorado de sus decisiones o plan de gobierno; lo mejor es la multitud de herramientas que ofrecen las redes sociales para difundir sus mensajes de manera fácil y efectiva.
ELECCIÓN DE LA CAMPAÑA CORRECTA
Existe un elemento que entra en juego y al que se le debe tener mucho cuidado, el uso de las redes sociales e Internet será muy distinto en función del partido político y el candidato.
Muchos tienden a hacer campañas más personales -enfocándose en la marca personal del candidato- otros se apegan al uso de la política 2.0, a través de plataformas tradicionales, como el sitio web del partido o a través de los perfiles del partido. Todo dependerá del estudio y el análisis que hagan los especialistas, la realidad es que mientras más cercanos se muestren a las personas más exitosas podría ser la comunicación.
No es admisible un uso oportunista de las redes sociales, la política 2.0 es un trabajo que se debe de hacer a diario, no cada cuatro años. Se debe sacar provecho a las distintas herramientas que existen para saber qué mejorar, dónde localizar nuestros posibles electores y hasta por dónde dirigir el discurso, solo así podría crear el candidato una empatía con los seguidores con capacidad de alcanzar mejores resultados electorales.
Fuente: Política Comunicada