Lo que revelan los carteles electorales

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Por: Silvia Hinojosa

Con lo imaginativos, incluso atrevidos, que habían sido algunos carteles electorales –en el pasado, en tiempos del oasis catalán–, pero hace ya unos años que las candidaturas se refugian en lo seguro. Ni juegos de palabras, ni guiños cinematográficos y menos aún críticas al adversario. Para el 21-D –a falta de que la CUP presente hoy su campaña– todo es color y mensajes en positivo. Pero detrás de cada cartel hay una intención, en las fotos, el eslogan, el color o la tipografía empleada.

Puigdemont

Y dentro de la prudencia general en estas elecciones al Parlament, uno de los que marcan la diferencia es Junts per Catalunya, la lista del PDECat que lidera Carles Puigdemont desde Bruselas. En su cartel, en tonos naranjas, destaca la imagen del candidato y el eslogan: “El nostre president”. “Gráficamente es el más interesante, moderno y sofisticado. La fotografía, el fondo, la tipografía, todo funciona muy bien. El fondo vibra, da sensación de acción. Y la tipografía es muy potente: cursiva, con la entrelínea muy cerrada y una caja alta estirada”, valora el diseñador gráfico David Guerra, responsable de DG Estudio.

Oriol Junqueras

Guerra subraya que el naranja, que tiñe hasta la foto del candidato, es un color optimista, activo. “El logotipo, con la senyera, repite la gama en naranja y la tipografía es toda del mismo estilo, en una diagonal que sugiere movimiento”, añade.

Y un guiño. Puigdemont lleva traje y corbata, pero también un suéter de cuello subido y abrigo. Está en el exilio, les recuerda a los votantes.

El cartel de Domènech es cultural, ERC busca credibilidad y JxCat subraya al ‘president exiliado’

“¡Nos han copiado el cartel!”, denunciaba hace unos días Xavier Domènech, candidato de Catalunya en Comú-Podem, en referencia al de Puigdemont. “Hay tres elementos iguales que en el nuestro –detalla Sergio Espín, del equipo de comunicación de Catalunya en Comú, responsables del diseño–. El degradado de color, las letras en diagonal ascendente y el tratamiento de la foto, todo coincide, ya es casualidad. Y nosotros lo hicimos antes, ya en las municipales de Barcelona”.

Vistos uno al lado del otro, los carteles son realmente parecidos.

“El de Domènech es muy moderno también, en cuanto al color, pero es exagerado que digan que les han copiado”, valora David Guerra. En ambos hay un tratamiento del color, pero son técnicas, subraya. “Y la foto de Domènech está coloreada, no contrasta como la de Puigdemont. Tiene menos intención, es más tranquilo. Es un cartel casi de obra de teatro, con un toque más cultural, habla más bajo que el resto de carteles y en un lenguaje poco político. Y Domènech queda integrado, sugiere que importan más las ideas que los nombres”, añade.

Domenech

Ramon Piqué, director de imagen de la campaña de JxCat, explica que la principal dificultad de su cartel fue que Puigdemont está en Bruselas. “No pudimos hacer una sesión de fotos, pero nos fue bien aprovechar la del día de la rueda de prensa, es icónica y remite al exilio”, subraya. Otra dificultad es que se trata de una marca nueva. “El código gráfico del logotipo es muy marcado, con letras en cursiva, caja alta y en diagonal y en tonos naranjas y todo eso tenía que mandar en el cartel”, añade. “Y en cuanto al degradado, no es propiedad de nadie”, concluye.

Un cartel bien diferente a los anteriores es el de Oriol Junqueras. Su cara es protagonista, frente al logotipo de ERC que casi no se ve. “Me parece estático. La tipografía es una redonda, amable, estable. Y la foto no está trabajada, aparte del fondo desenfocado; media cara queda oscura. Sólo tiene esa visión desde abajo que le endiosa un poco –señala David Guerra–. Transmite la idea de que no hay trampa ni cartón. Junqueras sonríe, parece buen tío, llano, que no miente: ‘soy como me ves, afable, con el tic que conocéis, algo descamisado’. Toda la estructura del cartel es un poco antigua, como sin intención, sin diseño. Pero ahí contrasta el hashtag, que es algo conceptualmente muy moderno”.

Cs vende una imagen moderna; el PSC, un Iceta president, y el PP ofrece la cara amable de Albiol

Otro cartel con fuerza es el de Ciutadans, con la figura de Inés Arrimadas en un fondo naranja. “Es muy potente. La tipografía es como la de Puigdemont, condensada, agresiva, típica de carteles, aunque aquí es redonda, recta, da más estabilidad. Cs pone el acento en la candidata y en el mensaje Catalunya-España-Europa”, subraya Guerra, que aplaude el guiño del corazón, marca de Ciutadans. “La candidata lo sitúa en su corazón, tapando un escote que no se ve pero se intuye, tiene algo sexy y está bien encontrado porque ella es guapa, femenina y le sacan también partido a eso”, añade. Pero lo principal, subraya, es el naranja, sugiere modernidad.

Arrimadas

Los socialistas, en cambio, han hecho un cartel clásico, institucional. “Siempre habían utilizado una gráfica moderna, con fondos rojos, con guiños, es como si hubieran retrocedido muchos años –dice Guerra–. El cartel es serio y antiguo: el traje, la corbata, la senyera bien puesta, el fondo blanco, soso. Sólo llama la atención la tipografía, que tiene mucha fuerza, es bold, estable, cuadrada”. El PSC da relevancia a Miquel Iceta, con su nombre en el eslogan. “Quieren darle un toque institucional pero a la antigua. dirigido a un votante de cierta edad, que entiende este lenguaje”, añade.

Iceta

Xavier García Albiol, en cambio, no vende una imagen institucional. La foto del cartel del PP está tomada en la manifestación por la unidad de España del 8 de octubre, con el ­candidato en primer plano. “Hay un fondo de gente difuminado, que le da un tono populista, parece que le siguen –apunta Guerra– y se ven banderas españolas, por eso han añadido la senyera al pie del cartel”. Albiol sonríe, es una cara amable, y la americana desabrochada indica actitud de trabajo. “Y un detalle ­curioso, hay dos tipografías: una ­redonda, juvenil, para la palabra ­solución, pero para España otra muy institucional”, subraya.

García Albiol

Fuente: Blog Mix Político