Por: Ignacio M. Granados
La conferencia de clausura del V Encuentro ACOP Bilbao 2018 corrió a cargo del periodista y escritor Philip Collins. El británico fue el escritor principal de discursos de Tony Blair y actualmente es columnista en The Times y jefe ejecutivo del centro de estudios de centro izquierda Demos. Ha escrito los libros “The Art of Speeches and Presentations” y “When they go low, we go high”.
En su intervención afirmó que él entiende la política en un sentido retórico, es decir, que tiene que persuadir, ganarse al público, a diferencia de los populismos que te dicen lo que quieres escuchar o las autocracias donde el tirano hace lo que quiere.
Entendiendo, por tanto, la política como la concibieron los clásicos -las referencias a Pericles, Platón, Cicerón, etc. fueron constantes en su intervención-, afirmó que la democracia es el arte de la persuasión. Así, nos brindó cinco puntos para tener éxito en un discurso.
En primer lugar, pensar en la audiencia. Identificar al público al que nos dirigimos y adaptarnos a él para que nos entienda. Actualmente, muchos políticos y personajes públicos tienen como referencia al expresidente estadounidense Barack Obama, pero no es posible que todos hablen como él porque no comparten su trayectoria vital, que es algo especial de cada persona. Es decir, el contexto es fundamental ya que nos ofrece un marco interpretativo. Por ese motivo, es más difícil escribir discursos memorables cuando todo funciona bien. Los discursos que solemos recordar igual no son los mejores, pero sí los que se producen en situaciones especiales, pronunciados en momentos que calificamos de históricos.
En segundo término, definir nuestro personaje, crearnos una imagen, establecer nuestro carácter, en definitiva, un relato que dé consistencia a nuestro mensaje.
Un tercer elemento, el más importante para Collins, sería definir el problema. Identificar la esencia de nuestro argumento. Y para ello es mejor hacer una propuesta que buscar un tema. Esto nos permitirá después preparar el material que funcione para esa propuesta. Porque para Collins lo más importante para escribir un buen discurso, y lo primero que se debe hacer, es pensar en lo que quieres decir, comenzar con una proposición clara. Después escribirás esas reflexiones y, finalmente, pero más importante incluso que lo anterior, se reescribirá y editará el discurso. Si lo hacemos bien, encapsular la esencia en una frase potente llegará solo (y puso como ejemplos los famosos discursos de Martin Luther Kung “I have a dream” y el de “Gettysburg” de Abraham Lincoln).
En cuarto lugar, para que nuestro discurso sea creíble no debemos exagerar ni caricaturizar a nuestros contrincantes porque no será bueno para nuestros argumentos. Debemos respetar al adversario y hablar de forma clara para que el público nos otorgue mayor credibilidad.
Y como último punto, nos invitó a buscar un buen titular que resuma nuestro discurso. Hoy en día, ante la competencia mediática y rápido consumo de las noticias, debemos asegurarnos que lo que aparezca en los medios de comunicación sea el encapsulado, el mensaje, que nos interesa. Para ello es importante dotar de carga emocional a la retórica, porque la emoción gana al argumento,
La conferencia finalizó con una metáfora sobre cómo escribir bien que se asemeja a esculpir una escultura, es decir, ir quitando lo que sobra hasta descubrir la figura.
* Artículo escrito para el número especial de “La revista de ACOP” (nº 29, julio 2018), sobre el V Encuentro Internacional de Comunicación Política #ACOPBilbao2018.
Fuente: Blog de Ignacio M. Granados