Por Xavier Peytibi
Con el constante cambio en el campo electoral debemos ser más eficientes al momento de comunicarnos. Ahora comunicarse con el elector tiene que responder a otras dinámicas. Los eventos masivos son escasos, la comunicación directa se impone. La rapidez de los tiempos obliga a los políticos a ser ágiles, pero sobre todo precisos. Y hay que tener en cuenta diferentes ideas que tienen mucho valor, ya que, tal como indica el mexicano Rafael Vargas Pasaye en su libro “Apuntes de un consultor en campaña”, en las campañas la teoría sirve, pero solo haciendo una realmente se puede combinar esa teoría aprendida con la práctica del día a día.
El libro, publicado por Plaza y Valdés, es resultado de la experiencia del autor en campañas electorales de los últimos años. Reúne principios del marketing político y consejos útiles para entender correctamente las campañas electorales y, principalmente, una correcta toma de decisiones de quienes trabajan en ellas.
Y Rafael nos describe en su libro algunos apuntes prácticos que ha ido tomando en su experiencia en campañas. Me permito poner algunos (muy pocos) ejemplos:
– Llamar a una puerta, entregar un folleto y decir el nombre del candidato tiene más fuerza en esa casa que un spot en televisión o radio
– En las campañas hay muchos generales pero pocos soldados. Todos quieren mandar pero pocos ejecutar.
– Todavía no existe el medicamento que evite que gente cercana al candidato se sienta ya ministro o secretario de Estado antes de las elecciones, y lo peor es que actúan como si ya lo fueran.
– Siempre hay una persona que al parecer tiene mucho tiempo libre, mucha iniciativa y es buen amigo del candidato. ¡Peligro! ¡Peligro!
– Si hay que dar malas noticias al candidato, que sean todas a la vez.
– Una de las frases que genera más comentarios es un “sin comentarios”
– Si a media campaña el candidato aun se presenta diciendo que es el candidato en lugar de posicionar sus temas, es que no está haciendo bien su papel.
– Hay veces que, por los nervios o las presiones, al candidato se le olvidan cosas, por ejemplo, respirar.
– ¡Qué bien le quedó su perfil en Facebook, candidato!!… ¿mi qué? ¿dónde?
– Sembrar el rumor es una herramienta. Poner en la fila de una tienda o en el autobús a dos señoras hablando del candidato o de una propuesta hará que sea escuchada.
– El político debe usar las comparaciones: “con esta inversión ayudaremos a 10.000 jóvenes, los que llenarían el estadio de béisbol”.
Recomiendo su lectura. Es un breve pero ameno, interesante y sobre todo divertido libro de ideas sobre como realizar campañas de manera práctica.
Fuente: Blog de Xavier Peytibi