Por Gilberto Pérez
Uno de los puntos débiles de las campañas políticas siempre ha sido el financiamiento. Esta debilidad se refleja básicamente en los siguientes puntos:
1. Falta de planeación para la recaudación y el gasto.
2. Ausencia de presupuestos definidos.
3. Limitadas fuentes de financiamiento.
Una mala planeación financiera de una campaña:
* Impide una eficiente planeación estratégica de la campaña, ya que no se puede definir una agenda de actividades al no tenerse la certeza de que se contará con los recursos suficientes para su ejecución.
* Impide el flujo efectivo de las acciones programadas porque con frecuencia éstas quedan truncas por la falta de liquidez.
* Encarece la campaña ante la necesidad recurrente de pagar servicios urgentes.
* Impide frecuentemente la ejecución de acciones estratégicas.
* Dificulta la reacción en momentos críticos, sobre todo al final de la campaña.
* Estimula el descontrol de los recursos disponibles.
En contrapartida, una buena planeación financiera de una campaña permite que la estrategia de la misma se desarrolle de acuerdo a la agenda programada y que los resultados esperados puedan concretarse. Una buena planeación evita que las buenas estrategias dejen de realizarse o queden truncas.
De acuerdo a lo anterior se propone desarrollar un esquema de financiamiento y administración moderno para la Campaña. Esto implicaría la creación de un Comité de Financiamiento y Administración diferente a los que tradicionalmente se han hecho, bajo las siguientes características:
* Que no esté conformado por políticos ni por políticos-empresarios sino por personas acostumbradas a hacer y administrar dinero.
* Que no se distraiga con las actividades políticas.
* Que base su trabajo en la constante creación de fórmulas novedosas de obtener fondos, cuidando el cumplimiento de la ley.
* Que trabaje bajo presupuestos de recaudación y gasto.
* Que vigile el origen legítimo de los recursos.
* Que rinda informes internos y prepare los informes legales de Gastos de Campaña.
Este Comité de Financiamiento y Administración deberá realizar, con el concurso de la Coordinación de la Campaña y el Candidato, un Presupuesto del Gasto de la Campaña y el respectivo Presupuesto de Recaudación de Fondos, ambos debidamente calendarizados.
Es de considerarse que un presupuesto equilibrado podría repartirse en tres grandes rubros y en los porcentajes siguientes:
Publicidad (65%)
* Televisión
* Radio
* Medios Escritos
* Internet
* Volantes
* Call Center
* Otros
Personal Pagado (15%)
* Gastos de Coordinadores
* Personal de Apoyo
* Promotores
* Consultores
Eventos de Campaña (20%)
* Giras
* Mítines
* Reuniones con electores
Al garantizarse de esta manera el flujo de efectivo en la Campaña, tanto en suficiencia como en oportunidad, se podrá garantizar la ejecución eficiente de la estrategia y se elevan las probabilidades de obtener el triunfo.
Finalmente, respecto a las fuentes de financiamiento, ha llegado la hora de diversificar y modernizar los esquemas de obtención de fondos. Es evidente que el tradicional Pase de Charola dejó de ser el método adecuado y que es necesario echar mano de nuevas fuentes de obtención de fondos.
De la misma manera resulta fundamental democratizar o pulverizar el origen de los recursos, opción que da mayor margen de gobernabilidad, al no limitar las decisiones de gobierno por los intereses de quienes aportaron grandes cantidades de dinero para la Campaña.
Esquemas que ahora empiezan a ponerse de moda, como los teléfonos 01 800 y 01 900, y la búsqueda de múltiples aportaciones ciudadanas de poco monto, o la organización de acciones o actividades que generen nuevos recursos, deben ser la nueva tónica de los Comités de Financiamiento. Lo anterior no implica renunciar a los tradicionales aportadores de fondos de Campaña, siempre que se valore que no perjudicarán la gobernabilidad futura.
Fuente: GPC Consultores