Los últimos días en Francia han sido duros para los franceses, y han sido de tensión para un Gobierno que, parece, tuvo un líder que puede haber vuelto a despertar, como es François Hollande. Su continua presencia en los lugares adecuados, su actuación como Presidente, sus formas y el respeto con el que ha encarado la situación con las familias, sus tres grandes discursos (recomiendo especialmente el de homenaje a los tres policías fallecidos), puede variar la imagen que se tiene de él en el país, ya que su popularidad era bajísima, una de las peores del mundo, un 13% (Rajoy tiene un 23%, Obama un 39%, Putin un 60%, Evo Morales un 75%…).
Pero lo que más me ha llamado la atención es el cuidadísimo trabajo que han realizado desde su equipo de comunicación en El Elíseo durante esta crisis. El buen trabajo –incluso a pesar de su Presidente- ha sido bastante constante desde que accedieran al poder en 2012, pero es en estos momentos cuando se ve su rapidez y la gran calidad de los materiales que preparan.
Para empezar, toda esta crisis está en imágenes y hay vídeos constantes del Presidente y sus declaraciones, pero también han realizado “reportajes”, un formato que llevan usando desde el principio de la legislatura, pero que es ahora cuando adquiere más valor, ya que busca directamente la emoción, pero al mismo tiempo transformar la percepción de la figura del Presidente Hollande como un líder respetado. Hay dos grandes ejemplos de estos reportajes en vídeo, que impresionan solo verlos:
La calidad, en mi opinión es indudable, así como la elección de la música y de las pocas palabras que se dicen. Solo emoción. Solo un líder.
Es en las crisis, como indica Antoni Gutiérrez-Rubí, cuando es necesario ser ejemplarizante, saber qué hacer y hacerlo, “justo cuando el impacto emocional, el estrés o el colapso te impiden tener la tranquilidad, el tiempo o el orden necesarios en condiciones normales. La excepcionalidad de un atentado brutal como este pone a prueba algo más que el valor y la profesionalidad de los que actúan sobre el terreno: pone a prueba la organización, la comunicación y la actuación de los responsables técnicos y políticos”. También su sensibilidad. Una crisis sitúa a la comunicación como un factor clave y estratégico para actuar eficazmente.
Dudo muchísimo que Hollande saque excesivo rédito político de esta crisis (o, al menos, electoralmente insuficiente), pero sí que ha conseguido un respeto que antes no tenía, y eso ya es mucho. Y lo ha conseguido especialmente por su actuación, pero también por la excelente comunicación que ha emanado del palacio del Elíseo, así como por la escenografía realizada.
Hay que decir, sin embargo, que sigue teniendo mala suerte, y hasta hizo reír a la plantilla superviviente del Charlie Hebdo cuando, en medio de los saludos y abrazos, un excremento de paloma acabó en su espalda, lo que causó las risas de los allí presentes.
Fuente: Blog de Xavier Peytibi