Por: Fernando Cuñado

La semana pasada el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ofreció al PSOE formar gobierno en mediante una coalición de izquierdas junto a Izquierda Unida. La propuesta incluía la entrada en el nuevo Ejecutivo del propio Iglesias como vicepresidente junto a varios miembros de su equipo.

La oferta de Podemos al PSOE para conquistar La Moncloa sigue todavía hoy sobre la mesa pero sirve para poner sobre la mesa el papel de los vicepresidentes. Tanto la Constitución Española como la Ley 50/1997, del 27 de noviembre, del Gobierno de España consideran potestativa esta figura. La fórmula usada es “El Gobierno se compone del Presidente, de los Vicepresidentes en su caso, de los Ministros y de los demás miembros que establezca la ley“.

Hasta ahora en España los vicepresidentes han sido ‘pesos pesados’ del partido en el Gobierno: Alfonso Guerra, Álvarez Cascos, Manuel Chaves o Javier Arenas. Incluso, algunos partidos han utilizado este puesto para centralizar la atención en alguna figura política. Así, el PSOE convirtió a Alfredo Pérez Rubalcaba en vicepresidente primero antes de nominarlo como candidato a las elecciones generales de 2011 y quién sabe lo que pasará con Soraya Sáenz de Santamaría. Incluso el propio Mariano Rajoy fue vicepresidente con José María Aznar. Por eso llama la atención que Pablo Iglesias se postule como vicepresidente. A nadie se le escapa la intención del secretario general de Podemos de convertirse en la atracción de un hipotético gobierno de izquierdas y fagocitar paulatinamente a un Pedro Sánchez, si finalmente hay pacto ‘a la portuguesa’.

Frank Underwood, protagonista de House of Cards

Iglesias y su equipo puede que hayan pasado los días posteriores a las elecciones generales repasando algunas capítulos de House of Cards o Veep, esta última serie centrada en la vicepresidenta de Estados Unidos. En ambas sagas, encontramos a sus protagonistas, Frank Underwood y Selina Meyer, ocupando el segundo escalón de la Casa Blanca. Pese a que una serie es un thriller político y la otra una comedia, hay elementos comunes en ambos personajes: la ambición.

Selina Meyer, protagonista de Veep

¿Qué tipo de vicepresidente sería Pablo Iglesias? ¿Uno frío y calculador como Underwood o un perfecto desastre como Meyer? No es difícil aventurar por dónde irían los tiros. De ambas series se deduce que la convivencia entre presidente y vicepresidente es complicada cuando se trata de figuras políticas con intereses independientes aunque pertenezcan a un mismo partido. En la mítica El Ala Oeste de la Casa Blanca ya se anticipó la difícil cohabitación entre Bartlet y sus vicepresidentes John Hoynes y Bob Rusell. No eran extrañas las diferencias entre las opiniones de ambas administraciones en temas delicados siempre con el futuro político de cada uno como telón de fondo. No en vano ambos disputaron la nominación a las presidenciales para suceder a Bartlet.

Esta situación no es extraña en gobiernos de coalición, donde cada partido tiene un papel institucional como sucede en Alemania o Italia donde ya llevan años con la ‘gran coalición’ en marcha, pero cuando se acercan las elecciones todo puede cambiar de la noche a la mañana.

Dentro de la nula experiencia de gobiernos de coalición en España a nivel nacional, si es importante que sí han sido frecuentes los acuerdos de gobierno en las comunidades autónomas. En Andalucía el pacto PSOE-IU acabó con elecciones anticipadas y aún resuenan los ecos de tripartito catalán. A nivel local son innumerables los ejemplos de ayuntamientos gobernados en coalición. El tiempo siempre acaba diciendo si son experimentos con gaseosa o una herramienta para lanzar carreras políticas. Veremos si Iglesias consigue ser el Veep más mediático de España.

Fuente: Blog Qué haría Leo?