Por: Edurne Ochoa
Durante una campaña política la mejor señal que el candidato puede transmitir es la de estar en calma, convencer al público de que domina el tema que está abordando. En cambio, si muestra enfado o disgusto podría ser indicio que hay descontrol emocional y los ciudadanos pudieran interpretarlo como algo negativo, una debilidad del candidato.
Un lingüista llamado George Lakooff, planteó que existe un vínculo entre credibilidad y conducta. Él considera que los marcos son las estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo, definen las metas que nos proponemos, los planes que hacemos, nuestra manera de actuar y de evaluar como bueno o malo el resultado de nuestras acciones.
Los marcos de referencia son el contexto sociocultural en el que participamos cada uno de nosotros, lo que decimos al comunicarnos es interpretado de acuerdo a fórmulas sociales establecidas que permiten relacionar unos conceptos con otros pero que al mismo tiempo no pueden verse ni oírse. Por ello los científicos los sitúan en el inconsciente cognitivo.
Cuando hablamos, cada palabra que expresamos se significa en función de cada marco conceptual individual, por eso es importante que el candidato sea flexible a la hora de escuchar y preciso en el momento de hablar.
Lakooff analiza no sólo el contenido lingüístico sino también el comportamiento no verbal. En este sentido, plantea una serie de consejos sobre la conducta que debería adoptar un buen candidato político para enriquecer su comunicación no verbal:
- Mantén la calma. La calma es señal de que sabes de qué hablas.
- Evita formas del lenguaje que puedan reflejar debilidad; por ejemplo, subir el tono de tus declaraciones.
- Evita los debates a gritos. El discurso civilizado debe ser tu modelo. Tú ganas cuando consigues construir un discurso civilizado. Cuando tus adversarios consiguen que grites, ganan ellos.
- Tienes que hablar con voz firme. Tanto tu cuerpo como tu voz han de comunicar optimismo.
- Tienes que transmitir convicciones apasionadas sin perder el control.
- Ten buen humor. El sentido del humor acompañado de un buen talante demuestra que te encuentras bien contigo mismo. Sonríe auténticamente.
- Compórtate respetuosamente, lo cual requiere carácter y dignidad. Haz que ese carácter y esa dignidad se vean.
- Trata con respeto a tus adversarios políticos cuando les des la réplica. Nadie te escuchará si no lo tratas con respeto. Escúchalos. Es posible que estés en profundo desacuerdo con todo lo que hayan dicho, pero tienes que saber lo que han dicho.
- ¿Qué pasa si recibes una ofensa moral? Tienes que indignarte moralmente, pero puedes mostrarlo con pasión controlada. Si pierdes el control, ganan ellos.
- Mantén el tipo. Actúa siempre a la ofensiva, nunca a la defensiva. No refunfuñes ni te quejes. No te hagas la víctima.
En su libro No pienses en un elefante, George Lakoff expone claramente que el éxito de un candidato depende en gran medida de su habilidad para comunicar asertivamente a través de su lenguaje no verbal y abrir la posibilidad de recuperar la confianza de una sociedad herida por la crisis financiera y de seguridad que vivimos.
Fuente: Blog El Cuerpo no miente