Por Juan Diego Sánchez
Juan Diego Sánchez. Me quedé con las ganas de asistir al I Congreso Internacional de Neurociencias de la Comunicación, pero estoy teniendo mucha suerte y, algunos de sus ponentes, nos están dejando sus interesantes reflexiones en el blog. Para que la comunicación no vaya a la deriva, los consultores, políticos y directivos harían bien en aprender lo que nos brindan los últimos avances en el campo de la neurociencia. Hoy, conversamos con Francisco Misiego, uno de los ponentes de este congreso internacional, organizado por McCann Worldgroup, y autor, entre otros libros, de ‘Neuromarketing político’, un delicioso bocado para dar los primeros pasos en el camino de la neuropolítica.
Juan Diego: ¿Qué partido ha explotado más o con mejor acierto la neuropolítica en campaña electoral?
Francisco Misiego: En España, sin lugar a dudas, el PSOE. El ejemplo más significativo fue el anuncio del dóberman con Aznar, en el que claramente empezaba a trabajar técnicas del neuromarketing. El Partido Popular no ha utilizado estas técnicas hasta las campañas autonómicas, en concreto, en la Comunidad de Madrid y mucho más suaves. En España, es al revés que en Estados Unidos, donde los republicanos utilizaban las técnicas y los demócratas no hasta que llegó Obama. Ahora, creo que todos los partidos en mayor o menor medida las están utilizando.
JD.: Teniendo en cuenta los malos augurios de las encuestas para los socialistas, ¿qué tipo de campaña cree que debería realizar Rubalcaba?
FM.: Creo que Rubalcaba empezó la campaña bien y de hecho al principio parecía que iba a remontar la pérdida, que es segura, pero con cierta dignidad en cuanto a número de escaños. Pero está adaptando los mensajes de forma muy brusca, creo que como consecuencia de presiones internas del partido y que realmente no está compitiendo con el PP sino con Izquierda Unida, en la que los grupos minoritarios y de indignados se están coaligando. Creo que no debería caer en esta trampa, sino presentarse como un socialdemócrata moderado, que va a tomar medidas impopulares pero necesarias que, de hecho, ya ha tenido que tomar desde el Gobierno y que emocionalmente son impopulares, esto es, transformar lo negativo en esperanza hacia el futuro.
JD.: ¿Debe revelar Rajoy antes del 20-N cuáles serán las medidas anticrisis que piensa aplicar si llega a La Moncloa?
FM.: Desde un punto de vista electoral, no, máxime porque las medidas que tiene que tomar no son populares y eso resta. Rajoy está dejando que se desgasten otros y ya ha explicado las medidas que va a tomar, pero todas en positivo, no las que realmente va a tener que tomar.
JD.: ¿Corremos el peligro de abrazar una política de las emociones que destierre la razón?
FM.: En política, la razón no ha existido nunca, es una cuestión que ahora podemos decir claramente desde los descubrimientos neurocientíficos. Los políticos siempre han trabajado con los sentimientos nunca con la razón y ellos lo sabían, pero no tenían fórmulas empíricas de demostrar la eficacia de sus acciones, ahora, con la neurociencia, pueden constatar que lo que hacían antes intuitivamente es lo correcto para ganar unas elecciones.
JD.: Un libro que le haya inspirado especialmente para entender el mundo del neuromarketing político.
FM.: Si tuviera que recomendar alguno, creo que ‘No pienses en un elefante’, de Lakoff, que además he visto que se ha reeditado en español y considero que es uno de los autores de referencia para entender el neuromarketing político.
Fuente: Comunicación a la Deriva