Por: Daniel Eskibel No pienses en un elefante gris. No lo hagas. No imagines su piel gruesa ni sus patas enormes. No recuerdes sus colmillos ni su trompa. No pienses en un elefante gris.
Por: Daniel Eskibel No pienses en un elefante gris. No lo hagas. No imagines su piel gruesa ni sus patas enormes. No recuerdes sus colmillos ni su trompa. No pienses en un elefante gris.