Por: Martina Brandt
La presencia de los políticos en las redes sociales crece a pasos agigantados. Tal es la magnitud del fenómeno, que un estudio comunicacional financiado por el BID dibujó el perfil del “gobernauta” latinoamericano analizando la presencia de alcaldes e intendentes de todo el continente en la red.
“El gobernauta latinoamericano” es el nombre de un estudio realizado por expertos en comunicación política del continente, a iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La investigación -que aborda el uso que los gobernantes locales hacen de las redes sociales- busca trazar un perfil y develar el peso que este tipo de comunicación tiene y tendrá para los gobiernos. ¿Qué incidencia política y comunicacional tienen hoy en día Twitter y Facebook? A simple vista, cualquiera puede avizorar que son medios que crecen en importancia, aunque la incertidumbre está en su rumbo.
Según Pablo Valenti, Ramiro López-Ghio, Mario Riorda y Fernando Straface, los “ecosistemas digitales” aumentan a la par de la actividad político-gubernamental en las redes, por lo que “hay una clara disposición de los políticos a integrar cada vez más estas herramientas en sus funciones de gobierno”.
Si bien la situación es clara, para los autores, la pregunta es: ¿las redes se presentan tan solo como una nueva herramienta de comunicación o está surgiendo un estímulo hacia nuevas formas de gobernar que integran mucho más a los ciudadanos? Tal cuestionamiento da lugar a pensar en un nuevo tipo de gobernantes, más atentos al protagonismo, que gana las redes día a día.
En ese sentido, si bien la región es la que mayor uso hace de ellas, el informe indica que hay disparidades en el uso, atendiendo sobre todo a lo geográfico. Específicamente, Uruguay es destacado por el informe como uno de los gobiernos que se sumó más temprano a lo digital, mientras que muchos otros gobiernos recién comienzan con experiencias a pequeña escala y contratando a sus primeros especialistas en la materia.
Al respecto, vale destacar que el estudio se aboca a gobiernos locales de la región y, justamente, el pasado 15 de mayo se conoció que la web gubernamental más vista del país es la de la Intendencia de Montevideo. La cantidad de visitas a sitios gubernamentales uruguayos creció un 39% durante el último año, con un total de 599 mil usuarios. En América Latina hay más de 66,5 millones de visitantes únicos en sitios de gobierno, y Uruguay es el cuarto país con mayor porcentaje de alcance a sitios de gobierno (36.9%), detrás de Brasil, Venezuela y Chile.
Magnitud del cambio
Las cifras indican que cada vez son más los gobernantes y gobiernos que promueven una participación activa de sus administraciones en redes sociales. ¿En qué aspectos? Los investigadores advirtieron al respecto que “muchos generan información sobre la oferta de sus gobiernos”, en tanto “le dan relevancia a una escucha más activa de lo que los ciudadanos tienen para decir”.
Claro es que hay un cambio en los modelos de comunicación y el posicionamiento a través de Internet. Para los autores, “la magnitud de ese cambio es tal que por primera vez en la historia de la administración pública los líderes deberán desarrollar habilidades de gestión en campos completamente nuevos, al tiempo que se integran equipos de profesionales con tipos de talentos antes desconocidos”.
Ocurre que en este ámbito tan abierto y expuesto, “para los políticos es preciso buscar un equilibrio entre las necesidades de las organizaciones y figuras -como la oferta eficiente de servicios, propaganda y obtención de resultados- y las necesidades de las personas de ser escuchadas y tener libertad y autonomía”.
El perfil de los más tuiteros
Los investigadores creyeron en un principio que la edad, la ciudad y el rol político serían variables influyentes al definir el perfil del “gobernauta”. Pero el análisis de los datos les hizo rever tal preconcepto. De hecho, el estudio sugiere que “la gestión de la comunicación digital define más a un gobernauta por la calidad del equipo que gestiona su comunicación y sus redes, que por su condición de líder de tal o cual ciudad”.
En cuanto a cifras, actualmente los gobiernos municipales de América Latina tienen una presencia casi total en las redes sociales más masivas. Así, el 97,6% de los gobiernos analizados tiene una cuenta oficial o institucional de Facebook, el 90,2% tiene una cuenta en YouTube, y el 85,4% tiene una cuenta en Twitter.
Sin embargo, dicha proporción desciende notablemente si se tienen en cuenta otras redes sociales menos populares, como ser Instagram, en donde solo el 53,7% de las alcaldías tiene una cuenta oficial o institucional, o Flickr, con una presencia del 31,7% de las alcaldías.
La cantidad de líderes locales que tienen cuentas personales de Twitter y Facebook, es también muy alta. Aunque por poco, y a diferencia de las cuentas institucionales de alcaldías, hay más alcaldes con cuentas de Twitter (80,5%) que de Facebook (78%). Este dato resulta novedoso, dado que esta tendencia no se observa en la mayoría de los usuarios, quienes suelen tener cuentas de Facebook sin tener cuentas de Twitter.
Según la investigación, “esto sugiere que hay diferentes usos de las redes sociales según el tipo de usuario del que se trate, en donde los alcaldes son un tipo de usuario que podría caracterizarse por su propia lógica”.
Temas discordantes
En cuanto a la temática de los gobiernos analizados en las redes sociales, los autores destacan que la cultura es el tema más usado en los tuits de alcaldes y alcaldías (ver infografía); sin embargo, en la interacción que la ciudadanía propone a los alcaldes y las alcaldías, el tema descollante es seguridad y violencia. Por ende, para los investigadores “hay un verdadero desacople entre la agenda de reclamos e interacciones desde la ciudadanía, versus la agenda de temas propuestos desde la gestión”.
Ante esto, el informe indica que “puede pensarse que las redes, al igual que sucede con el uso de otros medios, representan también una oportunidad de instalar o fijar -por parte de los gobierno- temas más afines, más controlables, más blandos, o más asequibles a un discurso que no siempre se corresponde con las demandas que plantea la ciudadanía como prioritarias”.
¿Diálogo real?
Cuando se habla de redes sociales, el concepto del diálogo o la cercanía son temas presentes. Si bien la idea es extendida por la facilidad para enviar mensajes directos o hacer llegar opiniones a quien queramos, lo cierto -para los autores- es que “es muy evidente que el nivel de interacción con la ciudadanía es mucho menor que el ideal de reciprocidad que suele teorizarse respecto a la oportunidad de las redes para la ciudadanía”.
En ese sentido, el análisis arrojó que los tuits con formatos de interrogación son prácticamente inexistentes como práctica, y que las respuestas solo se dan en valores del 6,8% de los casos para alcaldes y el 5,1% en cuentas de los gobiernos.
Sobre esa base, el estudio sentencia que “Twitter no es un medio de interacción en política, al menos desde los líderes o desde la institucionalidad gubernamental”. “Contrario a creencias establecidas, la reciprocidad del diálogo no es una realidad”, afirman los investigadores.
Jóvenes expertos
Según el informe, los jóvenes cobran vital relevancia en estos nuevos modelos de comunicación gubernamental. Para los expertos, el hecho de que los equipos que gestionan la comunicación en estas áreas sean jóvenes, “es uno de los elementos más significativos de todo el estudio”, ya que aparece en toda la región una “relativa homogeneidad” en dichos equipos, tanto en edad como en actividades y funciones.
Es que la juventud abocada al tema adquiere “suma importancia frente al peso relativo de las características de los líderes de turno en las alcaldías en lo que a gestión de la comunicación se refiere”. A modo de ejemplo se cita que el rango de edades de los alcaldes va de los 36 a los 77 años, pero cuando se analiza la edad de los equipos de comunicación, la franja de edad promedio de las personas que integran dichos equipos está constituida por personas menores a 40 años en su mayoría.
Asimismo, el 90% de las alcaldías integra sus equipos de comunicación con personas cuya media es de 31 años de edad, siendo en su mayoría de 28, y en el caso de los equipos de redes digitales, la edad desciende aún más, con una media de 27 años de edad.
De esta manera, la notable diferencia de edad entre los alcaldes, los equipos de comunicación general y los equipos de redes, “sugiere que el tema tenga que ver con un recambio generacional en la estructura de la gestión comunicacional, fenómeno que incluso se profundiza más en las áreas de comunicación de redes”.
Fuente: Blog de Mario Riorda