Por: Franco Delle Donne
La decepción es grande cuando se observa la campaña electoral que llevan adelante los grandes partidos en Bremen. Especialmente luego de ser testigo de una verdadera clase de comunicación política de parte de Olaf Scholz en Hamburg en febrero pasado (o mejor dicho de Frank Stauss). Las distancias entre ambas son enormes. Y esto no se debe sólo a la calidad de las piezas visuales, que distan de ser comparables, sino al mensaje. Es decir, lo más flojo que tiene esta campaña es justamente lo fundamental, lo que debe lograr transmitir una campaña electoral, lo que las hace necesarias.
Tanto la propuesta comunicacional del Partido Socialdemócrata (SPD) como la de la Unión Demócrata-Cristiana (CDU) carecen de un mensaje que salga de lo tradicional, de los tópicos de la política, o peor aún, de lo que la política cree que al elector le interesa. Hoy comenzamos con los afiches electorales de los socialdemócratas:
El texto en particular no tiene mayor coherencia que la aparición recurrente de la palabra “Miteinander” (Juntos) a modo de slogan. Intentan jugar con el vocablo “mit” (con) pero lo hacen de forma esporádica, con lo cual se pierde el efecto de recuerdo por repetición. Mezclan formulaciones y propuestas muy generales con algunas sumamente específicas. Al no discriminar entre ambas solo aportan confusión sobre el rumbo del gobierno y sus ideas concretas. Lo peor de todo es que la implementación del “Juntos” en el slogan es una fórmula repetida y recurrente en la política alemana, pero muy en especial en el SPD. En los últimos cinco años ya la implementaron Peer Steinbrück en 2013 para el lanzamiento de campaña, Klaus Wowereit para Berlin (en campaña y en su libro), y el SPD para Europa.
En resumen, estamos frente a una recopilación de los típicos temas de la agenda socialdemócrata sin relato que los enhebre. En lugar de un mensaje que movilice al electorado, estas gráficas sólo nos dejan los siguientes interrogantes: ¿Dónde está el plan del SPD más allá de enumerar los issues de la agenda socialdemócrata? ¿Cuál es el futuro de la ciudad? ¿Qué perspectiva pueden imaginar los ciudadanos de Bremen para si mismos? Y finalmente: ¿Por qué esa franja de 30 a 50 años, clave y pero esquiva para el SPD, debería sentirse identificada con ese discurso?
Una mirada a corto plazo predice un nuevo triunfo del SPD en esta ciudad, gobernada por los socialdemócratas desde 1946. Tal vez esa sea la razón por la que los socialdemócratas no se ven obligados a agudizar el ingenio en términos de comunicación política. En Hamburg sucedía lo mismo, hasta que la CDU los barrió en 2004. Hoy el SPD de Hamburg es un modelo en términos de comunicación política. Tal vez sea cierto que sólo se aprende a los golpes.
En los próximos días continuaremos con la segunda parte de la campaña gráfica del SPD, la que presenta la CDU y lo que proponen los verdes.
Fuente: Blog Elecciones en Alemania